Tengo un super poder (más o menos)

Las habilidades importantes del mundo contemporáneo han cambiado mucho. En pleno siglo XXI es mucho más útil, por ejemplo, saber googlear, que saber cazar un antílope y encender tu propio fuego para cocinarlo.

En un mundo tan globalizado una habilidad imprescindible es la comunicación compleja, lo que pone sobre la mesa a los idiomas como plato principal. Es increíble que, en la vastísima extensión de la tierra, sin importar donde hayas nacido, puedas comunicarte con cualquier persona que acepte el contrato social que define al inglés como idioma universal. Eso es un superpoder. Comunicarse con humanos que hayan nacido a cientos de millones de kilómetros es de las cosas reales que más se pueden asemejar a un superpoder. Y digo que más o menos lo tengo, porque sin poseer un dominio profundísimo de ese idioma, me basta para acceder al alcance antes mencionado.

La mejor parte

Es cierto que en el mundo laboral hablar inglés te representa una gran ventaja, pero más allá de eso, la razón que más me motivó a aprenderlo (y a seguir mejorándolo), es porque es divertidísimo. No me refiero al proceso de aprendizaje per se, sino imaginar la cantidad de personas diferentes que podría conocer y con las que me podría relacionar.

El español a ser mi lengua nativa ya me dio una muy buena probada de lo que es compartir una misma lengua a través de diferentes culturas. Tenemos la ventaja de hablar el mismo idioma en la mayor parte de América e incluso en un país al otro lado del atlántico, y gracias a eso, sin el mayor esfuerzo lingüístico, tengo amigos en México, Guatemala, Argentina y Uruguay. Ahora imagínense conociendo el idioma más popular del mundo.

Mundo desbloqueado

Desde que entiendo el inglés siento que desbloquee una parte del mundo que antes era inaccesible para mí, la mayor parte para ser precisos. De repente tengo acceso a cantidades estratosféricas de películas, escritos, información, noticias, narraciones deportivas, etc. Es como desbloquear un nuevo nivel en un videojuego, o llegar a un lugar donde te ofrecen más cosas de las que puedes recibir.

Los idiomas son una barrera que limita los contenidos y las oportunidades a las que podemos acceder, pero también a las personas. Por el momento me di cuenta que no todos los estadounidenses son unos maleducados que no saben nada de geografía y que tenemos mucho más en común con ciudadanos de Europa del este de lo que creía. Entonces saber inglés es una habilidad con una inmensa cantidad de capas que van mucho más lejos de lo académico o laboral. Es vivir mejor, es poder ir a más sitios, es poder acceder a más información, es conocer a más personas, es comprender a más personas. Espero que este idioma me ayude a seguir entendiendo el mundo.