Por qué decidí volverme programador

Si pudiera definirme de una forma, diría que soy una persona curiosa. Entre más entiendo cómo funciona el mundo, vivo más tranquilo. Se me hace muy complicado simplemente ir por la vida usando las cosas que han hecho otras personas sin tener al menos una comprensión superficial de su funcionamiento.

La respuesta a como mi profesión terminó siendo orientada a la programación es muy aburrida, entré a la primera carrera que encontré porque supuestamente tenía algo que ver con computadores, y ya. No hay nada romántico detrás de eso, en realidad creo que pude haber entrado a cualquier otra carrera y en ese tiempo me hubiera dado igual. La historia de hoy responde a la pregunta de por qué terminé amando lo que hago y por qué decidí seguir con esto por gusto en vez de por imposición.

Magia negra

Mi entretenimiento principal de niño era ver televisión, más que los contenidos, me parecía super interesante como esa caja negra podía mostrar cualquier cosa y además de todo yo la podía controlar espichando unos botoncitos desde lejos que ni si quiera estaban conectados a la caja boba. También podía abrir un menú y modificar a mi antojo la forma en que se visualiza la imagen e incluso hacer que sonara durísimo. El único requisito era conectar un cable a la corriente que después entraba dentro de esa misteriosa caja, ¡Y listo! ¡Magia! No había otra explicación.

Tratando de entender esa magia fue que me empecé a interesar por la tecnología, pero no solo como consumidor. Mi curiosidad me exigía tratar de entender lo que estaba a mi alcance. Tuve que dañar bastantes juguetes, chips e incluso reproductores de CD caros para la época, hasta que un día pude arreglar un carro a pilas que se me había dañado. Me sentí un genio. En realidad, solo había conectado unos cables sueltos por dentro, pero fue un día glorioso porque dejé ver el mundo como un lugar lleno de magia incomprensible y me di cuenta que bajo la lógica se podía explicar lo que para mí era inexplicable.

Con el objetivo de saciar esta curiosidad de la que hablo es que he ido aprendiendo cómo funciona todo a mi alrededor. Ahora sé que (saltándome muchos detalles y sin tener una comprensión total del tema) la corriente se usa para formar un circuito eléctrico y alterando el paso de energía mediante transistores y compuertas lógicas podemos hacer operaciones binarias que al agregar capas de abstracción termina haciendo posible que ustedes estén leyendo esto. Eso es increíble, que sea posible y además saber cómo se hace.

Pero esta necesidad de explicaciones no solo se limita a la tecnología, también me interesa mucho la economía y la política. De esto entiendo un poco menos que de software, pero de nada me serviría saber cómo entrenar un modelo de inteligencia artificial si un gobierno me prohíbe usarlo.

Arquitecto del mundo

Ahora podría decir que soy un mago. Se cómo hacer magia para construir el mundo moderno. Hice magia para desarrollar este blog. Escribes pixelessincontexto.com en un navegador y ves la magia. Los que sepan cómo se hace podrían decir que en realidad crear software no es nada del otro mundo, y es cierto si los objetivos del mismo no son entusiasmantes, pero es muy interesante cuando creas algo que usan muchas personas, tal como lo harían un obrero y un arquitecto, solo que yo uso otro tipo de materiales. Por ahora yo seguiré haciendo magia y aprendiendo como hacer nuevos trucos.

Compartir
0
0